¡Histórico! Somos 1 de los 5 colegios en Colombia con 6 Estrellas Globales en Felicidad

 

Formar estudiantes autogestivos, felices y exitosos, capaces de alcanzar sus ideales en un mundo cambiante 

 

 

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¡Histórico! Somos 1 de los 5 colegios en Colombia con 6 Estrellas Globales en Felicidad

¿Sabías que la excelencia no es un acto, sino un hábito?
 

En Evergreen School, acabamos de comprobarlo por sexta vez consecutiva. Hoy celebramos que somos parte de un grupo élite: somos uno de los 5 colegios en toda Colombia con 6 certificaciones Great Place to Study (GPTS).

Pero, ¿qué significa realmente este sello y cómo se conecta con nuestro sueño de educar para la felicidad? Aquí te contamos la historia detrás del reconocimiento.

Entrega oficial de los resultados de la Encuesta Great Place to Study 2025

Más que un colegio, un “Lugar Feliz para Estudiar”

Great Place to Study no es un premio que se compra; es una validación de que nuestra promesa se cumple. Nuestro Proyecto Educativo Institucional (PEI) tiene una misión clara: ofrecer un proyecto centrado en el desarrollo de competencias para la construcción de una vida feliz y exitosa.

La certificación GPTS mide 5 indicadores clave. Así es como los vivimos en Evergreen:

1. El Factor Felicidad: Nuestro ADN

GPTS dice que “los estudiantes felices hacen una escuela feliz”. En Evergreen, llevamos esto a otro nivel. Para nosotros, la felicidad no es solo sonreír; es Autorrealización y Autogestión.

  • Lo que medimos: Que cada estudiante sienta pasión, “enganche” con sus actividades y la sensación de estar intensamente vivo.
  • Nuestro secreto: Fomentamos la motivación intrínseca, logrando que los estudiantes persigan sus propias metas y sueños.

2. Experiencia de Aprendizaje: Siglo XXI

GPTS evalúa si los modelos educativos son transformadores. En Evergreen, no solo transmitimos información; desarrollamos Competencias para el Siglo XXI. Nuestro modelo cognitivo va más allá de la memoria, enfocándose en:

  • Pensamiento y creatividad.
  • Liderazgo y colaboración.
  • Uso de tecnología para resolver problemas reales.

3. Vida en el Campus: Espacios que Inspiran

Según GPTS, “los niños necesitan ser desafiados”. Para eso, necesitan el escenario perfecto. Nuestros ambientes de aprendizaje no son solo salones; son espacios diseñados para la curiosidad. Desde el “Bosque Encantado” y el “Mariposario” en preescolar , hasta nuestros laboratorios y el futuro Centro Multicultural, cada rincón de Evergreen está pensado para estimular la indagación.

4. Satisfacción de la Comunidad (Padres y Profesores)

GPTS valora la “participación de los padres”. En Evergreen, las familias no son espectadores; son socios activos. Nuestro Perfil de la Familia busca padres participativos que se involucren en el aprendizaje y la toma de decisiones. Esta certificación confirma que la alianza hogar-colegio en Evergreen es sólida y transparente.

¿Cómo logramos la Certificación? (El Proceso 360º)

No fue magia, fue ciencia y datos. Para recibir este honor, pasamos por una rigurosa auditoría global que incluyó:

  1. Assessment 360º: Una evaluación profunda donde estudiantes, profesores, padres y exalumnos alzaron su voz.
  2. Análisis de Datos: Expertos midieron nuestros KPIs frente a estándares internacionales.
  3. Resultado: Superamos el puntaje necesario, validando que nuestro enfoque en bilingüismo comunicativo y formación del carácter está funcionando.

¿Por qué elegir un colegio certificado?

Porque garantiza que en Evergreen School no improvisamos. Cada decisión, desde nuestro modelo pedagógico hasta la nueva sede proyectada para 2025, está alineada con un único propósito:

“Formar estudiantes autogestivos, felices y exitosos, capaces de alcanzar sus ideales en un mundo cambiante”.

¡Gracias comunidad Evergreen! Esta 6ª estrella es de cada estudiante que sueña, cada profesor que inspira y cada familia que confía.

👉 ¿Quieres ser parte de uno de los colegios más felices de Colombia?

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El colegio como cuna de diplomacia: una mirada a Evermun y Evermun Kids 2025

 

Conmemorar la Semana de la Salud Mental y Física no significa únicamente organizar actividades; es reafirmar una filosofía institucional que entiende el cuidado como un eje transversal de la formación.   

 

El colegio como cuna de diplomacia: una mirada a Evermun y Evermun Kids 2025

Hay aprendizajes que no caben en los libros. Se descubren en la experiencia, en la palabra compartida, en el desafío de escuchar con atención y de construir con otros. Así nace Evermun, el Modelo de Naciones Unidas de Evergreen School, una experiencia que, más que un ejercicio académico, es una escuela de liderazgo, empatía y pensamiento global.

Este año, del 18 al 20 de noviembre, nuestros estudiantes de bachillerato vivirán la IX edición de Evermun, mientras que los días 18 y 19, los niños de primaria inaugurarán con entusiasmo la primera edición de Evermun Kids. Dos escenarios distintos con una misma esencia: formar jóvenes líderes capaces de mirar el mundo con profundidad y actuar con propósito.

En Evermun, los delegados de bachillerato se sentarán nuevamente en el lugar de los líderes internacionales; estudiando los contextos de los temas y debatiendo sobre aspectos urgentes como la paz, la seguridad, los derechos humanos o el cambio climático. Las diferentes comisiones se convierten en laboratorios de pensamiento donde cada idea importa, cada argumento cuenta y cada palabra puede abrir caminos hacia la cooperación y la justicia.

Ingresar a la página 

“No se trata solo de aprender a debatir. Se trata de entender el poder de la voz: la voz que persuade sin imponer, que escucha sin rendirse, que transforma sin olvidar la humanidad del otro. En cada sesión, los estudiantes descubren que el liderazgo no es autoridad, sino servicio; que la razón no está completa sin empatía; y que la verdadera inteligencia brilla cuando se pone al servicio del bien común”, comentó Amanda Romero, rectora.

Mientras tanto, en Evermun Kids, los más pequeños de nuestra comunidad comenzarán su propio viaje hacia el pensamiento global. “En las comisiones, nuestros niños explorarán los grandes desafíos del planeta con curiosidad y asombro. Hablarán de salud, paz, bienestar y sostenibilidad con la naturalidad de quien todavía cree —y demuestra— que el mundo puede cambiar”, enfatizó William Domínguez, director Curricular.

Allí, entre papeles, banderas y micrófonos, nacen las primeras semillas del liderazgo: el respeto por la diferencia, la responsabilidad de opinar con fundamento, la alegría de construir en equipo. Cada delegación, cada intervención, cada aplauso, es una lección sobre el valor de pensar en grande desde la infancia.

Evermun y Evermun Kids no son solo eventos institucionales. Son la expresión viva de lo que creemos: que el aprendizaje verdadero ocurre cuando los estudiantes se sienten protagonistas de su tiempo; cuando entienden que la educación no se limita a preparar para el futuro, sino a dar forma al presente.

En un mundo que necesita líderes capaces de escuchar, de tender puentes y de cuidar lo que nos une, nuestros estudiantes se preparan para ser esa voz. No la más fuerte, sino la más sabia; no la que impone, sino la que inspira.

En Evergreen School educamos para la acción, pero también para la reflexión. Para que cada uno de nuestros estudiantes, desde los más pequeños en Evermun Kids hasta los más experimentados en Evermun,  descubran que liderar es servir, pensar es actuar y aprender es transformar. 

Semana de la Salud Mental y Física: educar para la vida

 

Conmemorar la Semana de la Salud Mental y Física no significa únicamente organizar actividades; es reafirmar una filosofía institucional que entiende el cuidado como un eje transversal de la formación.   

 

Semana de la Salud Mental y Física: educar para la vida

Hablar de salud mental y física en el colegio ya no es una opción, es una necesidad impostergable. En un mundo atravesado por la inmediatez, las tensiones sociales y la incertidumbre global, los niños y jóvenes crecen enfrentando retos que hace apenas unas décadas no existían: la presión de la hiperconexión digital, el aumento de la ansiedad, la dificultad para gestionar el estrés y la búsqueda constante de un sentido profundo en la vida cotidiana. Estos escenarios nos recuerdan que el bienestar integral no es un tema secundario, sino el fundamento sobre el cual se construye cualquier proceso de aprendizaje y desarrollo humano.

Mural ¿cómo se ve la ansiedad? – Liderado por los estudiantes de 11°

La Semana de la Salud Mental y Física en Evergreen School nace de esa convicción: la educación no puede reducirse a la transmisión de saberes académicos, sino que debe abrir espacios para que los estudiantes reconozcan su propia humanidad en toda su complejidad.

Conmemorarla no significa únicamente organizar actividades; es reafirmar una filosofía institucional que entiende el cuidado como un eje transversal de la formación. Es recordar que enseñar a reconocer una emoción, practicar la autorregulación o generar conversaciones sobre el sentido de la vida es tan trascendental como resolver una ecuación matemática o comprender un texto literario.

Estas jornadas se convierten en un símbolo, un recordatorio de que el colegio es un lugar para aprender a vivir, no solo para aprender contenidos. Al abrir espacios de reflexión sobre el autocuidado, la convivencia o la resiliencia, enviamos un mensaje claro a nuestra comunidad: la felicidad, el equilibrio y la capacidad de cuidar de sí mismos y de los demás son aprendizajes esenciales que acompañarán a nuestros estudiantes mucho más allá de las aulas.

La casa del bienestar – Liderado por los estudiantes de 6°

En Evergreen, la Semana de la Salud Mental y Física es solo un momento visible de un trabajo que se mantiene a lo largo del año. La acompañan la labor cotidiana de orientación escolar, el compromiso de los docentes y la participación activa de profesionales externos que enriquecen la mirada sobre el bienestar integral. Pero, sobre todo, sostiene una convicción profunda: apostar por la salud física y mental de nuestros estudiantes es apostar por su futuro como ciudadanos empáticos, responsables y conscientes de que la vida se cuida en comunidad.

Coordinación de Bienestar y Convivencia 

De Liceo Cambridge a Evergreen: 27 años creciendo sin perder nuestras raíces

 

Este aniversario nos recuerda que nuestra educación es como un árbol vivo, donde la idea de un aprendizaje que perdura, se renueva constantemente y busca un impacto positivo en el mundo, requiere raíces profundas que nos sostienen y ramas que se extienden cada vez más alto.

 

 

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De Liceo Cambridge a Evergreen: 27 años creciendo sin perder nuestras raíces

Hace veintisiete años, un grupo de educadores visionarios decidió sembrar una semilla: un colegio bilingüe que ofreciera excelencia académica, ética y amor por el conocimiento. Así nació Liceo Cambridge, un proyecto que desde 1998 apostó por la formación integral y el bilingüismo impulsando el desarrollo de futuros ciudadanos del mundo.

Archivo fotografía Liceo Cambridge

Con el paso del tiempo, comprendimos que crecer también implica evolucionar. En 2018 dimos un paso audaz: cambiar nuestro nombre para reflejar una visión global, un compromiso renovado con la innovación educativa, enfocada en la felicidad y el éxito, así como destacar nuestro profundo amor por la naturaleza. Fue así como nació Evergreen School.

Hoy, al cumplir 27 años, miramos atrás con gratitud y hacia adelante con ilusión. Heredamos del Liceo Cambridge los cimientos de ética, bilingüismo y excelencia académica; y con Evergreen School hemos consolidado un modelo educativo innovador, centrado en que en la construcción de la felicidad intervienen factores tanto personales como académicos. En nuestros procesos de aprendizaje la autogestión y la autorrealización cobran gran importancia en el éxito académico y futuro profesional.

“Este colegio nació como un proyecto familiar con un propósito claro: formar seres humanos felices, íntegros y preparados para un mundo cambiante. Hoy, 27 años después, seguimos fieles a esa esencia, pero con la mirada puesta en el futuro”, afirma Carmen Díaz, directora general e hija de los fundadores de Evergreen School.

Nuestra trayectoria está respaldada por reconocimientos que hablan por sí solos: cinco años consecutivos certificados internacionalmente como Great Place to Study, lo que nos ubica entre los cinco colegios más felices de Colombia; el puesto 76 entre los mejores colegios del país y en el Top 10 entre los colegios bilingües según el ICFES 2024; la certificación EFQM de 3 estrellas, que avala nuestro compromiso con la excelencia en la gestión; y nuestro compromiso ambiental al proteger activamente la Reserva Thomas Van der Hammen, demostrando que educar también es cuidar el planeta.

Evergreen School proyecta un campus educativo con liderazgo nacional e internacional, guiado por valores claros: Trabajo en equipo, Responsabilidad, Crecimiento y Orientación al logro. Nuestros estudiantes crecen sobre la base de la Empatía, Solidaridad, Perseverancia y Responsabilidad, fortaleciendo atributos del perfil Evergreen como el autocuidado, las habilidades sociales, la comunicación, la indagación, la autorregulación y el pensamiento crítico.

“He visto generaciones completas crecer aquí; he visto a niños convertirse en profesionales y líderes solidarios. Eso demuestra que nuestra misión de educar para la felicidad no es solo un discurso: es una realidad que vivimos día a día”, comenta Amanda Romero, rectora de Evergreen School desde hace 26 años.

Archivo fotografía Liceo Cambridge

Este aniversario nos recuerda que nuestra educación es como un árbol vivo, así como nuestro nombre (Evergreen, Escuela Siempre Verde), donde la idea de un aprendizaje que perdura, se renueva constantemente y busca un impacto positivo en el mundo, requiere raíces profundas que nos sostienen y ramas que se extienden cada vez más alto. Nuestros egresados son prueba de ello: líderes solidarios, perseverantes y transformadores del mundo.

Hoy reafirmamos nuestro propósito: Educar para una vida auténticamente feliz, siendo un colegio donde cada niño y joven encuentra la alegría de aprender, la confianza para crear y la preparación para alcanzar sus metas. Este aniversario también es un homenaje a las familias que han creído en nosotros durante estos 27 años. Gracias por acompañarnos, por inspirarnos a ser mejores cada día y por hacer parte activa de esta comunidad que sigue creciendo sin perder sus raíces. Evergreen School es de todos: un proyecto vivo que construimos juntos, con el compromiso de seguir sembrando futuro para nuestros hijos.

Primaria toma la palabra: delegación Evergreen rumbo a MONUA XV

 

Nuestros delegados kids, vienen preparándose en compañía de sus padres semana a semana, aprendiendo el lenguaje parlamentario, ejercitando técnicas para potenciar su oratoria y aumentar su confianza, así como simulando debates sobre diferentes temas.

 

Primaria toma la palabra: delegación Evergreen rumbo a MONUA XV

Por primera vez, 15 estudiantes de primaria participarán en MONUA XV, el Modelo de Naciones Unidas de la Universidad de los Andes. Este hito marca el inicio de EVERMUN KIDS, fortaleciendo el liderazgo, la oratoria y el pensamiento crítico desde la infancia.
La delegación de Evergreen está conformada por Martina Blanco, Manolo González, Sara Chaparro, Emilio Alarcón, Salomé Pérez, Juan Diego Rosas, Lorenzo Saavedra, Jerónimo Fajardo, Julieta Pabón, Jerónimo Venegas, Jerónimo Gallego, Jacobo Mojica, Eva Cruz, Sara Hernández y Emiliano Lasso.

Por primera vez en la historia de Evergreen School, estudiantes de 4° y 5° grados representarán al colegio en MONUA XV, uno de los Modelos de Naciones Unidas más reconocidos de América Latina. Esta participación no solo marca su debut en un evento académico de alto nivel, sino que da vida a EVERMUN KIDS, la primera versión de nuestro Modelo de Naciones Unidas para primaria, reflejo del trabajo que por años han liderado los estudiantes de bachillerato con EVERMUN.

El próximo 17 y 18 de agosto debatirán en un formato único: “El mundo de los tribunales mágicos de Disney”, inspirado en películas como Intensamente, La Sirenita y El Rey León. Los temas centrales serán las emociones y su control, la identidad personal y el amor propio, así como la justicia, la democracia y el poder.

Bajo la asesoría del profesor William Rivera, sponsor institucional del proyecto, los estudiantes se han preparado junto a sus familias para aprender lenguaje parlamentario, perfeccionar su oratoria y vivir el debate como una experiencia de construcción colectiva. Más que aprender a debatir, han fortalecido la seguridad, la escucha activa y el respeto por las ideas de otros, valores esenciales para la formación de ciudadanos globales.

EVERMUN KIDS se implementará oficialmente en 2025, integrando a estudiantes de 3°, 4° y 5° en la práctica del debate argumentado sobre temas de interés mundial. La delegación que participa en MONUA será el primer staff creativo que dará forma a esta nueva experiencia educativa, consolidando el modelo como una práctica institucional que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y el liderazgo desde la infancia.

Evergreen reafirma así su compromiso con una educación global y bilingüe que prepara a sus estudiantes para liderar con empatía, curiosidad y visión de futuro. Muy pronto, conoceremos esta experiencia contada por los propios delegados.

Más información sobre Monua XV

¡Sala en orden, delegados! La aventura parlamentaria apenas comienza.

La importancia de los primeros 100 días en el preescolar para nuestros Greeners de 2 y 3 años

 

Cuando celebramos estos 100 días, no hablamos de números, sino de historias. Historias de pequeños que ya confían, ya preguntan, ya se reconocen como parte de algo más grande.

 

La importancia de los primeros 100 días en el preescolar para nuestros Greeners de 2 y 3 años

Cien días pueden parecer pocos. Pero para un niño o niña que inicia su vida escolar a los 2 o 3 años, representan una transformación profunda: el paso del mundo íntimo del hogar a un entorno colectivo que les permite explorar, relacionarse y descubrir todo lo que son capaces de aprender.

Celebración 100 días en el preescolar: Greeners 2 y 3 años

En Evergreen School celebramos los primeros 100 días del preescolar como un hito emocional, pedagógico y humano. Porque detrás de cada saludo en la puerta, cada juego compartido y cada rutina establecida, hay un proceso valioso que sienta las bases para toda la vida escolar.

Este primer tramo es mucho más que una adaptación: es una construcción. Una construcción de vínculos, de confianza, de lenguaje, de seguridad emocional, de hábitos. Y todo esto sucede en un ambiente que no solo cuida, sino que potencia.

A través de experiencias significativas, sensoriales y lúdicas, los niños de 2 y 3 años empiezan a:

  • Ganar autonomía en su día a día: colgar su maleta, lavarse las manos, pedir ayuda.
  • Establecer rutinas que les brindan tranquilidad y sentido del orden.
  • Desarrollar habilidades sociales, al convivir con otros, compartir, esperar su turno, resolver pequeños desacuerdos y construir las primeras amistades.
  • Enriquecer su lenguaje, ampliando su capacidad de nombrar el mundo, expresar emociones y participar activamente en la vida del aula.
  • Regular sus emociones, comprendiendo que hay otras formas de reaccionar y que siempre hay un adulto disponible que los contiene y acompaña.
  • Explorar su entorno con curiosidad y entusiasmo, sentando las bases de su pensamiento crítico.

Estas vivencias dan forma al desarrollo de los atributos del Perfil Evergreen, que acompañan su crecimiento desde el comienzo: autocuidado, habilidades sociales, comunicación, indagación, autorregulación y pensamiento crítico.

Y lo hacen en coherencia con nuestros valores institucionales: responsabilidad, empatía, perseverancia y solidaridad, que se viven desde las acciones más simples hasta las decisiones pedagógicas que tomamos como colegio.

Nuestro modelo educativo es claro: aprender debe ser una experiencia feliz. En Evergreen, cada día está diseñado para que el niño se sienta seguro, escuchado, acompañado y desafiado, en un ambiente donde el juego es vehículo, el vínculo es base y la alegría es prioridad.

Por eso, cuando celebramos estos 100 días, no hablamos de números, sino de historias. Historias de pequeños que ya confían, ya preguntan, ya se reconocen como parte de algo más grande.

Y para las familias que nos confían a sus hijos desde esta edad, también es una celebración: la certeza de que han elegido un espacio que respeta el ritmo de cada niño, pero que cree profundamente en lo que puede florecer cuando se empieza a tiempo.

Crecer feliz no es un eslogan. Es nuestro compromiso. Y estos primeros 100 días… son solo el comienzo.

Lo que aún le debemos a la Batalla de Boyacá

 

No hay que entender la violencia como herramienta ni como solución, porque hoy, dos siglos después, aún siendo independientes la independencia no está completa

 

Lo que aún le debemos a la Batalla de Boyacá

Por William Rivera – profesor de sociales primaria

Según la tradición festiva de Colombia, el 7 de agosto es un día feriado en conmemoración de la Batalla de Boyacá: uno de los momentos fundacionales de nuestra historia republicana.

Los libros, actos cívicos, izadas de bandera y el tan añorado día libre para muchos, son prueba de la importancia que esta fecha representa para la mayoría de colombianos; es el inicio de la independencia, el recuerdo de un día en el que un ejército criollo logró la victoria sobre el dominio español y abrió el camino a la libertad y la soberanía.

Pero más allá de la efeméride, esta fecha nos interpela y nos exige mirar con atención no solo lo que ocurrió hace más de dos siglos, sino lo que aún estamos construyendo como país independiente (MIN Interior, SF), y es que cuando decides enseñar Ciencias Sociales, te preparas para enfrentar un desafío didáctico: Enseñar historia o potenciar la memoria histórica.

El primero, un recorrido por los datos, nombres, fechas, lugares y un abanico infinito de hechos que día a día crece conforme el pasado se hace más largo y el futuro más corto; la segunda, un reto profesional que te embarca en la misión de desarrollar el pensamiento crítico y entender la historia como una construcción social que se teje desde las narrativas, el folclor, la literatura, desde el otro no escuchado, no “educado”, subversivo, ignorante.

Pero también el desafío de aprenderlas, pues toda enseñanza debe concluir en aprendizaje, y en este caso, uno en el cual La Batalla de Boyacá se convierte, sin duda alguna, en uno de esos puntos inflexivos de las lecturas sobre la historia del país en el Colegio, y una duda constante cuando se le compara con el 20 de julio: el día del grito, o el 30 de agosto: día en que se firmó en 1821 la primera constitución de Colombia.

¿Cuál es el verdadero día de la independencia? ¿Por qué tantas fechas conocidas y desconocidas para hablar del mismo hecho? Estos y otros cuestionamientos comprueban la trascendencia del mero acto de oír la historia como dato, a criticarla, cuestionarla y deconstruirla desde lo que me enseñan, un acto de verdadero aprehendizaje, con h, que no es otra cosa que la apropiación reflexiva y consiente del conocimiento (De Zubiría, 1996).

La anterior, es una clara invitación del pensamiento crítico a repensar qué significa ser independiente, cómo se logra serlo, qué tan independiente se es, para qué sirve tal condición y sobre todo cuál es la responsabilidad de los seres independientes en una sociedad donde la libertad mal entendida, ha derivado en violencias de todo tipo.

Esta es la diferencia entre enseñar historia y desarrollar la memoria histórica. La Batalla de Boyacá seguirá siendo reconocida como un acto de coraje colectivo, que representó el deseo de un pueblo por liberarse del sometimiento y por darse un futuro propio; pero también como una batalla, que adoptó la violencia como herramienta de transformación y que, en un país como Colombia, con heridas abiertas por décadas de conflicto, no es conveniente entenderla de forma acrítica sin preguntarse qué se ha aprendido, no hay que entender la violencia como herramienta ni como solución, porque hoy, dos siglos después, aún siendo independientes la independencia no está completa.

Muchos ciudadanos aún no acceden a derechos básicos, no participan plenamente de la vida democrática y no disfrutan de igualdad de oportunidades. Seguimos arrastrando desigualdades históricas, exclusiones profundas, tensiones sin resolver. La violencia en sus distintas formas sigue siendo parte de nuestra vida cotidiana. Por eso, conmemorar esta fecha debe ir más allá de un acto simbólico: debe convertirse en una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la paz, la justicia y la educación, porque América Latina y Colombia siguen asistiendo, sin falla, a la colonialidad del poder, donde hay países que, por regla, “son más importantes que otros” o, simplemente, “son mejores”, siguen asistiendo a la epistemología eurocéntrica donde las fuentes “confiables” del conocimiento son europeas (Mignolo, 2025) y siguen pensando en “blanquear la raza” como elemento de resignificación de su propia existencia (Echeverrya, 1990), entonces ¿de cuál independencia se habla, si el colombiano independiente daría lo que fuera por no serlo? La discusión va mucho más allá del interrogante y la generalización es el motor de un debate, debate al que todos debemos asistir.

Como reflexión, queda sentada la base del autorreconocimiento, el fortalecimiento de la identidad y de los autoesquemas, el cuestionamiento a las “verdades históricas” que nos cuentan los libros y los profesores, una vida armónica que aborda los conflictos desde la reparación, que es justa y por ende merece ser vivida, una reflexión que reconoce la diversidad del hombre y ve en la diferencia una ventaja, que no siembra odio, y que, por sobre todo, dignifica la condición de un país libre que no entiende la independencia como un día festivo, sino como el estímulo para ser y pensar con corazón y cabeza propia: un país libre.

Cerebros felices: cuidar la infancia en la era de las pantallas

 

El cerebro infantil no necesita hiperestimulación ni acceso ilimitado a contenidos. Necesita juego libre, movimiento, silencio, naturaleza, preguntas sin respuestas inmediatas, y, sobre todo, adultos presentes que lo acompañen.

 

Cerebros felices: cuidar la infancia en la era de las pantallas

Carmen Díaz, directora general.

Cada 22 de julio, el Día Mundial del Cerebro nos recuerda que este órgano, complejo y poderoso, es la base de lo que somos: de nuestra memoria, nuestras emociones, nuestras decisiones y aprendizajes. Pero hoy quiero invitar a una reflexión sobre su desarrollo durante la infancia. En esta etapa, el cerebro vive una extraordinaria sensibilidad. Lo que siente y lo que aprende en esos primeros años deja huellas profundas que lo moldean para toda la vida.

Imagen de referencia – uso libre

Por eso nuestro compromiso, más que nunca, quienes educamos, es cuidar no solo lo que entra al cerebro, sino también cómo entra, desde qué tipo de experiencias y con qué intención. En un mundo atravesado por la tecnología y la inmediatez, vale la pena preguntarnos: ¿Cómo está creciendo el cerebro de nuestros niños? ¿Qué tipo de estímulos están recibiendo? ¿Qué lugar ocupan las pantallas en su desarrollo? Y, sobre todo, ¿qué necesitan sus cerebros para florecer?

En “La Generación Ansiosa”, Jonathan Haidt advierte que a partir del auge del smartphone, aproximadamente desde 2012, hemos asistido a una transformación silenciosa y profunda en la forma como los niños y adolescentes experimentan el mundo. La infancia ha pasado de ser una etapa llena de juego, contacto con otros y exploración física, a convertirse en una vida orientada a las pantallas, marcada por la comparación social, la hiperconexión digital y el aislamiento físico. Esto, según Haidt, ha traído consigo una preocupante epidemia de ansiedad, depresión y dificultades emocionales.

Numerosos estudios científicos respaldan esta preocupación: el uso excesivo de pantallas en edades tempranas puede afectar la atención sostenida, el desarrollo del lenguaje, el sueño, la regulación emocional e incluso la construcción de identidad. Pero más allá de los efectos clínicos, como educadores vemos una señal más sutil pero igual de preocupante: cuando las pantallas reemplazan el juego, el vínculo o la conversación, se debilita la experiencia humana que nutre el pensamiento, la creatividad y la empatía.

El cerebro infantil no necesita hiperestimulación ni acceso ilimitado a contenidos. Necesita juego libre, movimiento, silencio, naturaleza, preguntas sin respuestas inmediatas, y, sobre todo, adultos presentes que lo acompañen. Como bien señala Haidt, “los niños necesitan una infancia basada en el mundo real, no en el mundo virtual”. Es en el aburrimiento donde el cerebro se activa, se vuelve creativo, se pregunta, se mueve, inventa. Por eso es tan importante que familias y escuelas ofrezcamos espacios donde el aburrimiento no se vea como un fallo, sino como una puerta a la imaginación y al desarrollo.

Y también necesita felicidad. Las emociones positivas no son un premio superficial: son activadoras naturales de regiones cerebrales que favorecen el aprendizaje, la memoria, la empatía y la toma de decisiones. Cuando un niño se siente seguro, valorado y amado, su cerebro responde con apertura, flexibilidad y deseo de aprender. En Evergreen School, entendemos la felicidad no como un estado idealizado, sino como una condición de bienestar real que permite a nuestros estudiantes desarrollar su máximo potencial, fortaleciendo su autorrealización y autogestión.

Por eso, hablar del cerebro es también hablar de cómo educamos. De cómo diseñamos experiencias que respetan los ritmos infantiles. De cómo preferimos el asombro a la repetición, la curiosidad a la obediencia ciega, la presencia a la sobreestimulación. En cada clase, cada conversación, cada juego, acompañamos una arquitectura delicada e invisible: la del cerebro en formación.

Hoy más que nunca, educar implica tomar decisiones valientes. Y una de ellas es poner límites al uso de las pantallas. No desde el miedo ni la culpa, sino desde el amor, la conciencia y el compromiso con una infancia plena. Invito a nuestras familias a dejar espacio para el aburrimiento compartido, para que sus hijos digan: “¿Papá/mamá, y si vamos al parque?”, “¿y si leemos algo juntos?”, “¿y si pintamos, cocinamos, bordamos?”… Porque cuando un niño tiene tiempo para ensuciarse, equivocarse, construir e imaginar, está entrenando su mente para la vida.

En este Día Mundial del Cerebro, invito a mirar con atención y con afecto crítico los hábitos digitales en casa. A reconectar con lo esencial: con el tiempo compartido, con las historias al oído, con el silencio que permite pensar, con la risa que no se graba. Cuidar el cerebro de nuestros niños es cuidar su bienestar presente y su desarrollo futuro.

Porque un cerebro feliz no solo aprende mejor: también ama, sueña, crea y transforma.

“Juntos podemos construir un mundo mejor para nuestros hijos. Un mundo más real, más humano y lleno de experiencias que los hagan florecer.” (Jonathan Haidt, La Generación Ansiosa)

Los emojis: un lenguaje que nos reta a escuchar y comprender

 

Entender estos códigos no significa invadir, sino acompañar. Implica mostrar curiosidad auténtica y abrir conversaciones desde el respeto

 

Los emojis: un lenguaje que nos reta a escuchar y comprender

Feliz día internacional del Emoji

Escrito por: Alejandra Garavito, coordinadora de Bienestar y Convivencia

Más allá de las caritas

En un mundo cada vez más digital, los emojis se han convertido en un lenguaje cotidiano, especialmente para niños y jóvenes. Para ellos, un emoji no es solo un adorno en un mensaje: es una forma auténtica de expresar emociones, construir identidad y relacionarse con los demás.

Sin embargo, para muchos adultos, los emojis pueden parecer un código incomprensible, y a menudo se percibe como una “brecha generacional”. En realidad, esta brecha es más un mito que una barrera: el reto no es entender cada signo literal, sino escuchar el sentido profundo y emocional detrás de ellos.

Detrás de cada emoji hay un sentimiento, una intención y, muchas veces, una petición de ser escuchado. Cuando un niño usa 🫶, no solo dice “te quiero”, sino también “necesito sentirme cerca”. Cuando manda 😅, puede estar pidiendo apoyo o contándote que se sintió vulnerable.

Entender estos códigos no significa invadir, sino acompañar. Implica mostrar curiosidad auténtica y abrir conversaciones desde el respeto: “¿Qué significa este emoji para ti?”, “¿Cuándo lo usas?”, son preguntas que pueden acercarnos más que cualquier conferencia o regla.

Un lenguaje que merece cuidado

Así como cualquier otro lenguaje, los emojis pueden ser usados de forma responsable o inadecuada. Por ejemplo:

  • Mensajes ambiguos o pasivo-agresivos. Un emoji mal interpretado puede herir o excluir.
  • Formas de acoso digital. Combinar ciertos emojis con palabras hirientes puede ser parte de dinámicas de bullying, incluso silenciosas o sutiles.
  • Presión social. Algunos jóvenes pueden sentirse obligados a responder “correctamente” usando emojis, como muestra de pertenencia.

Por eso, educar en el uso consciente de los emojis es también educar en respeto digital, empatía y ciudadanía responsable.

No se trata de que los padres empiecen a enviar decenas de emojis en cada mensaje. Se trata de demostrar que estamos dispuestos a entender su mundo, sin juzgar ni ridiculizar.

Usar un emoji en un chat con tu hijo puede ser un pequeño gesto que diga: “Estoy aquí, entiendo tu forma de expresarte y te respeto”. Pero, más importante aún, es enseñar que cada forma de expresión (emoji o palabra) tiene un impacto y que siempre debe usarse con empatía y cuidado.

Señales de alerta

Algunas actitudes pueden indicar que es momento de prestar más atención:

  • Cambios bruscos en el uso de emojis o códigos en los chats.
  • Uso frecuente de emojis negativos (😢, 😡, 💔) sin explicación o unido a frecuentes publicaciones en redes sociales.
  • Respuestas evasivas o silenciosas cuando se pregunta por el significado.
  • Conversaciones secretas con símbolos que no se explican, como si fuesen en clave.

Finalmente, queremos recordar que el lenguaje digital no ocurre en el vacío: emojis, mensajes, redes sociales y juegos, suceden dentro de un entorno que puede influir profundamente en el bienestar emocional, social y cognitivo de niñas, niños y adolescentes.

Más allá del emoji: acompañar el uso de dispositivos con sentido y cuidado

  • Prioriza conversaciones cara a cara. Recuerda que un emoji puede ser el inicio de una gran conversación, pero nunca remplaza una mirada o un abrazo.
  • Pregunta con genuino interés “¿qué significa ese emoji para ti?”, “¿por qué elegiste ese sticker?” puede abrir conversaciones profundas que van más allá del chat.
  • Hablen sobre lo que ven y comparten: Los emojis pueden parecer inofensivos, pero muchas veces se usan para expresar burlas, exclusión o formar parte de dinámicas de grupo. Conversar sobre los contenidos, memes, emojis o juegos que circulan les ayuda a reflexionar sobre lo que ven y su impacto en los demás.
  • Cada emoji, como cada click, deja huella: Enséñales que su forma de expresarse (aunque sea con un solo símbolo) comunica una intención, y que es importante usar ese lenguaje con empatía, respeto y responsabilidad. Un emoji puede alegrar o herir, puede acercar o excluir.
  • Escuchar sus emociones, incluso cuando vienen en forma de carita o corazón, es una oportunidad para fortalecer los lazos, abrir el diálogo y acompañarlos a navegar este mundo digital sin perder el contacto humano.

Democracia: Más allá de las urnas, un compromiso diario

 

En clase, nuestros profes no nos dicen qué pensar. Nos enseñan a preguntar, investigar y a construir opinión.

 

Democracia: Más allá de las urnas, un compromiso diario

Escrito por: Ana María Salazar, personera.

Hoy quiero que hablemos de algo más profundo de lo que parece: la democracia.

No, no es solo esa palabra que escuchamos en las noticias o algo que pasa cada cuatro años. La democracia también ocurre cuando levantamos la mano para dar una opinión, cuando escuchamos con respeto una idea distinta, o cuando nos comprometemos con lo que afecta a nuestra comunidad.

Acto de posesión del Gobierno Escolar 2025

En Evergreen, no solo aprendemos para pasar exámenes, aprendemos para ser ciudadanos activos, que piensan, que cuestionan, que construyen. Aquí la democracia se vive en el aula, cuando resolvemos conflictos dialogando, cuando participamos en el gobierno escolar, o cuando trabajamos juntos aunque pensemos diferente.

Me acuerdo de una historia que leí hace poco: la de Javier, cuyo papá, aunque no sabía escribir, luchó para que sus hijos tuvieran libros. Eso me hizo pensar en el poder de la educación para romper ciclos y abrir caminos. En Evergreen también creemos eso: que cada uno merece tener las herramientas para construir un futuro feliz y significativo, incluso en un mundo que cambia todo el tiempo.

También conocí la historia de Rosa, una niña que sueña con ser presidenta. Rosa viene de una realidad difícil, pero tiene sueños enormes. Ella me hizo pensar en cómo los contrastes de nuestra vida no nos deben frenar, sino impulsarnos. Esa es una palabra que me identifica: resiliencia. Porque no se trata solo de resistir, sino de reinventarse, aprender y avanzar.

En clase, nuestros profes no nos dicen qué pensar. Nos enseñan a preguntar, investigar y a construir opinión. Eso también es democracia: no aceptar lo primero que nos dicen, sino buscar entender y proponer. Y lo mejor es que no lo hacemos solos: lo hacemos juntos, con diálogo y respeto.

Ser “Evergreenista” es mucho más que pertenecer a un colegio. Es ser empático, pensador, perseverante, curioso y ciudadano. Es entender que el otro importa, que lo que hacemos tiene impacto, y que cada pequeño acto puede transformar una realidad.

En Evergreen nos autorregulamos, comunicamos con claridad, tomamos decisiones informadas y pensamos en el bienestar de todos. Y cada vez que participamos, que escuchamos, que respetamos, estamos fortaleciendo nuestra democracia.

La democracia no es un regalo. Es una construcción diaria, colectiva. Y eso nos incluye a todos: estudiantes, profes, familias, comunidad.

Integrantes del Comité Estudiantil 2025

Por eso, en el marco del Día de la Independencia, no solo celebremos la libertad que tenemos, sino también el compromiso de hacerla valer todos los días.

Que se note que en Evergreen, y en Colombia, la democracia no solo se enseña: se vive.