La infancia y la adolescencia son etapas fundamentales en donde las personas con quienes se interactúa a diario, llegarán, en gran medida, a influir en la construcción de nuestro futuro.
Sin duda lo mejor que le puede pasar a un menor de edad es estar rodeado de personas que le ayuden a entenderse a sí mismo y a su entorno; hoy en día no solo basta con ir a la escuela para recibir información, también es muy importante desarrollar competencias y habilidades que les permita ser más asertivos en su vida diaria.
En nuestra institución conocemos esa necesidad y por eso disponemos todos nuestros esfuerzos para encontrar esos “guías” cuya misión será ayudarlos en su desarrollo y proyecto de vida. Queremos que ustedes también los conozcan y es por eso, decidimos empezar por presentarles a nuestra Directora General, Carmen Díaz Centeno, cuya vocación de servicio y amor por la educación, la llevó hace siete años a liderar nuestro colegio.
¿Cuál es tu porqué como Directora de Evergreen School y Greeners?
Liderar y tomar parte activa, junto a mi equipo de profesionales, en la formación integral de cada uno de mis estudiantes. Mi rol es poner en marcha el modelo pedagógico de la institución donde se brinda a los estudiantes los conocimientos y las herramientas adecuadas para que así puedan desarrollar habilidades y competencias que los lleven a alcanzar sus proyectos de vida.
Cuéntanos un poco de tu vida familiar…
Bueno, yo crecí en un ambiente en donde la filosofía era uno de los temas de los que más se hablaba. Sobre todo, porque a mi papá le encantaba, él siempre leía biografías y obras literarias de filósofos clásicos y contemporáneos. Recuerdo mucho que en la cena o en cualquier espacio cuando la familia estaba reunida, se convertía en verdaderas tertulias para hablar de temas filosóficos. Muy parecidos a los de un club de lectura, era muy chistoso y la pasábamos muy bien.
¿Podría decirse que ahí empezó tu pasión y gusto por el desarrollo humano?
Si, la verdad es que le filosofía me sirvió como una herramienta para cultivar mi mente, para saber pensar y aprender hacer preguntas acerca de la vida; eso me parecía fascinante. Adicionalmente, la filosofía también me ayudó a expresar mejor mis ideas en papel por lo que desarrollé cierto gusto por la escritura. Tanto así que quería ser escritora.
¿Cómo fue que tu fascinación por los procesos del pensamiento te llevó a estudiar neurociencias?
A mí no solo me interesaba ese proceso del entendimiento de sí mismo y del entorno, también me inquietaba lo que pasaba físicamente en el cerebro, por lo cual viajé a Estados Unidos a estudiar medicina. Mientras hacía el premédico, veía temas de química orgánica, física, cálculo y gran variedad de temas de biología, microbiología y bioquímica. Pero a mí me gustaban más los temas metafísicos, y en busca de ese enfoque, hice una transferencia de Nueva York a Nueva Orleans donde encontré la facultad de Neurociencias.
¿Qué fue lo que más te gusto de las neurociencias?
Que tomaba conceptos de neurobiología, pero también se relacionaba con temas del funcionamiento y el comportamiento humano. Asimismo, abarcaba muchos de los procesos del pensamiento que siempre me habían gustado. Era una carrera que combinaba todo lo que yo había estado buscando.
¿Complementaste tus estudios con alguna especialización o énfasis especial?
Si, llevé a cabo una especialización en filosofía y me enfoqué mucho en lo que tenía que ver con la teoría del conocimiento.
Luego de graduarte, ¿cómo te desenvolviste en el campo laboral?
Bueno regresé a Colombia y trabajé en el Instituto Nacional de Cancerología. También participé en una serie de talleres de psicología en la Universidad de los Andes sobre inteligencia emocional, donde trabajé junto con un grupo de 16 mujeres con las cuales se llevó un proceso muy bonito de interiorización, que pasó de ser un simple taller para convertirse prácticamente en un complejo grupo de terapia.
La experiencia con estas mujeres despertó algo en mí que me ayudó a enfocarme aún más profesionalmente, y por ello, decidí hacer una maestría en psicología clínica en Estados Unidos. Estando allá tuve la oportunidad de trabajar con gran variedad de comunidades y familias de inmigrantes ilegales.
¿En qué momento empezaste a trabajar con niños?
Precisamente con esas comunidades que te mencionaba. Posteriormente llegaron otras oportunidades y poco a poco me fui enfocando profesionalmente en trabajar más con menores. Me pareció que trabajar con esta población implica un proceso más exigente, puesto que el niño no te permite hacer psicoterapia normal de “sentémonos hablar de nuestros problemas”.
Ellos te retan a ser más recursivo e implica un entendimiento y una metodología más pragmática. Durante mucho tiempo trabajé con diferentes grupos de familias, y en el camino, de retorno a mi país, mi familia me dio la oportunidad de ser la directora de Evergreen School y Greeners, y aquí estoy; muy feliz de tener esta gran responsabilidad.
¿Cuál es tu filosofía o metodología para dirigir el colegio?
Para mí es muy importante mantener a cada uno de nuestros equipos de colaboradores (profesores, personal administrativo, vigilantes, cocineros y encargados del aseo y mantenimiento) en las mejores condiciones laborales. Esto los mantiene motivados y genera ambientes laborales tranquilos donde cada uno de nuestros trabajadores dan lo mejor de sí, en nuestro compromiso para convertimos en una de las mejores instituciones educativas del país.
Adicionalmente, siempre trato de mantenerme actualizada de todo lo que acontece en mi campo profesional de la neurociencia y psicología, razón por la cual, el colegio siempre permanece a la vanguardia en temas educativos que mejoran cada día su estructura pedagógica.
¿Mantienes algún dialogo y cercanía con los padres de los estudiantes?
Por supuesto. Para mi es muy importante la cercanía con las familias y cada vez que tengo la oportunidad hablamos de muchos temas, que en ocasiones, se van más allá del entorno académico. Los padres siempre muestran interés en el proyecto pedagógico que tenemos basado en experiencias, y realmente es un gusto brindarles más información sobre el respaldo científico que respalda nuestro plan educativo.
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A pesar de que el mundo ha cambiado en los últimos 20 años, muchas instituciones educativas parecen congeladas en el tiempo con un modelo educativo que difícilmente logra adaptarse a las exigencias del entorno social actual, sin embargo, el proyecto pedagógico que lidera nuestra Directora en Evergreen School y Greeners Preschool, está respaldado por la vocación y el interés genuino por el desarrollo de nuestros estudiantes y con ello un futuro promisorio para nuestro país. Con su liderazgo, orgullosamente le apostamos a una alternativa innovadora, fresca y motivante.